Funcionamiento del filtro anti particulas

Muchos saben que los motores de gasolina se limpian un poco durante el proceso de combustión, pero para los de diésel no cuenta igual. Esto ha hecho difícil que dichas piezas se ajusten a las normativas europeas de anticontaminación, por ello los fabricantes han tenido que buscar formas de reducir los niveles de dióxido de carbono y partículas sólidas que estos motores expulsaban, de ahí la invención del filtro de partículas.

Función del filtro de partículas

Esta pieza también es conocida como FAP (Filtro Anti Partículas), se adapta al sistema de escape y se logra reducir casi un 97% de emisiones contaminantes que son altamente dañinas para la salud de las personas y negativo para el ambiente. Este artefacto se hizo obligatorio, al punto de que los coches diésel modernos lo traen de serie.

Para revisar si un vehículo tiene o no el filtro de partículas basta con fijarse en el tubo de escape al momento en el que aumentan las revoluciones. Si sale humo negro al revolucionar el coche es porque no tiene el filtro, de llevarlo no expulsaría humo alguno.

Limpieza

 Al igual que todos los filtros del automóvil, este también debe limpiarse o las partículas que han sido atrapadas podrían obstruir el motor. Afortunadamente él quema estas partículas por sí mismo, convirtiéndolas en gases que no son dañinos, a este proceso se le conoce como regeneración del filtro.

La necesidad de limpieza del filtro se detecta por medio de un sistema de sensores, que alerta de la saturación de la pieza al compararla con la presión existente entre la boca y el escape del filtro. La intervención del usuario para que el proceso se dé de manera correcta, está en no parar el motor mientras se lleva a cabo dicho operación manteniéndolo entre 2000 a 2500 rpm, así se ayuda a que se calienten los gases que causan la quema de las partículas.

La regeneración del filtro no tarda más de casi 20 minutos y requiere de aproximadamente 10 a 15% más de gasóleo. Generalmente esta es una pieza con una larga vida útil dependiendo del uso que se le dé, cuando circula dentro de la ciudad trabaja mucho más que cuando lo hace en carretera.

En los desguaces son muchos los recambios que entran y salen, sobre todo los que de comprarse nuevos en un comercio convencional suelen ser muy caros. Llevar un registro de todos los movimientos del negocio como la facturación, tramitación de bajas, atención al cliente, contactos con empresas colaboradoras, entre otros puede ser abrumante. Sin embargo, con un programa gestion desguace se hace más sencillo el manejo y ello se refleja en la calidad de servicio que se ofrece a los clientes.