Al comprar un coche nuevo o de segunda mano la atención suele centrarse en la pintura, la chapa y el kilometraje. Que el vehículo luzca bonito no lo es todo, al momento de enfrentar una situación peligrosa estos no le ayudarán a retomar el control o a resguardar a los ocupantes, por ello es crucial que no olvide revisar las condiciones en que están los sistemas de seguridad.
Son muchos los dispositivos y demás artefactos que han sido implementados a manera de seguridad para coches, pero hay algunos elementos que son importantes tenerlos como prioridad ante la decisión de comprar un vehículo de forma responsable.
Elementos de seguridad que no deben faltar
ABS (Sistema antibloqueo de frenos): evita que las ruedas, aun cuando se frene bruscamente, no se bloqueen. Que los neumáticos estén bloqueados hacen incontrolable al vehículo. Para bien, tener el sistema ABS permite que se mantengan rodando, haciendo que sea posible tener mejor control del automóvil. Es activado por medio de un control electrónico, entonces el sistema se encarga de comparar los datos recibidos con los sensores de velocidad de cada neumático.
Control eléctrico de estabilidad: facilita el control de situaciones en las que el coche está a punto de derrapar. Esta unidad va comparando constantemente la situación actual o la información sobre el comportamiento del vehículo en comparación con los valores que ya están establecidos. Al no corresponder, la unidad envía la orden para estabilizarlo conjuntamente con los ABS y otros sensores.
Sistema soporte de carril: asiste y advierte si el automóvil se sale del carril o cambia de este sin alguna notificación.
Los puntos de fijación Isofix: son dos puntos para anclaje que permiten la fijación de las sillas para niños, evitan que las mismas se volteen o desplacen hacia adelante. Son obligatorias para los coches fabricados desde el 2005, aun así hay asegúrese de que lo tenga.
Otros tantos elementos como las air bags y cinturones de seguridad dan resguardo a los ocupantes del vehículo. En ocasiones, son pasados por alto por ser sencillos, entonces se asume que sí se tienen, sin percatarse de que sea cierto. En un accidente vale más perder el coche que la vida, y, por suerte, el automóvil tendrá solución si se dirige al sitio correcto.
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